Averiguando la edad de un árbol

El último día que estuvimos investigando, Sergio no vino al cole, así que el grupo "Superzombies", formado por Candela y Raquel encontraron respuesta a muchísimas preguntas sobre su investigación. Claro, que Raquel había estado buscando por su cuenta en la biblioteca la tarde anterior, y había tomado notas en su cuaderno. Luego Candela lo escribió en el ordenador, con tan mala suerte que al intentar copiar una foto, se les cerró el archivo sin guardar lo que habían escrito. Este es un resumen de sus hallazgos:

¿Cómo sabemos la edad de un árbol?
Cuando el árbol está cortado, es muy fácil: se cuentan los anillos concéntricos (círculos que van unos dentro de otros), porque cada año del árbol se genera un anillo nuevo. Si son muy estrechos corresponden a los años en que el árbol ha crecido mucho de altura pero poco de anchura, quizá rodeado por otros muchos árboles que le disputan la luz del sol, por lo que tiene que crecer hacia arriba para que a sus hojas les llegue toda la luz posible. Si los anillos son muy anchos corresponden a años en los que ha crecido su grosor y no su altura, debido a una gran exposición a la luz solar o a la riqueza en agua y nutrientes del suelo en el que está arraigado.

¿Y si el árbol está vivo y no lo podemos cortar?
Raquel encontró la respuesta: Se perfora el tronco con un taladro y se introduce un tubo fino. Al sacar el tubo se formará un dibujo de los anillos que se podrá estudiar igual que en los troncos cortados